Bienvenidos todos a esta misa y procesión que celebramos en honor de Santa Marta, patrona de nuestra parroquia y del Pueblo de Santa Marta de Tormes.
Aunque ya ni nos acordamos, este ha sido el primer curso completo sin medidas anti-Covid, el curso en el que la ONU ha declarado el final de la pandemia. Hemos recuperado, ahora sí, la “normalidad” completa, y es el momento de volver a lo esencial, a subrayar el sentido de nuestra celebración patronal y de nuestra convivencia como pueblo.
Este año el evangelio que nos acompaña es este tan conocido, en el que Jesús dice a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5,14) … Como vamos a ver, esto se convierte hoy en una cascada, que nace de Jesús que se hace luz para Marta; con esa luz Marta nos ilumina como pueblo de Santa Marta; y desde ahí nosotros estamos llamados a ser Luz, entre nosotros y para otros. Os invito a recorrer conmigo este camino en tres pasos:
1.- EN BETANIA, JESÚS ES LUZ PARA MARTA
Ya sabemos que nuestra patrona, según el evangelio, era amiga de Jesús, junto con sus hermanos María y Lázaro. Un día en que Jesús iba a Jerusalén, se detuvo a descansar en la aldea de Betania, y fue hospedado en la casa de los tres hermanos. Desde entonces, esta parada se repitió con frecuencia y de ahí nació una profunda amistad.
Sin duda que Marta, María y Lázaro eran buena gente, y acogieron de la mejor manera a Jesús cada vez que iba a su pueblo… Es como nos pasa a nosotros cada verano, y especialmente en estos días de las fiestas, cuando muchos familiares y amigos llegan a nuestro pueblo y a nuestras casas. Intentamos recibirles con cariño y dedicación, de manera que se vayan contentos de haber venido y con ganas de repetir… Y junto a eso, también nosotros tenemos la experiencia que vivieron los tres hermanos de Betania: Que el que da, recibe; y que estamos agradecidos de la oportunidad de acoger a nuestros amigos y familiares unos días entre nosotros. La vida es dar y recibir.
Jesús, por su parte, con sus visitas y compañía llevaba una especial Luz a aquel pueblo y aquella casa… Os acordáis cuando a Marta le decía que no viviera solo para los quehaceres, que la vida es sobre todo compartir? Y cuando a María la felicitaba por habar elegido la mejor manera de aprovechar su visita, dedicando el tiempo a escuchar y hablar con él? Y cuando a Marta le dijo, ante la sepultura de su hermano, que si creía que él era la Resurrección y la Vida, y entonces se produjo el milagro de la vuelta a la vida de Lázaro? Los evangelios recogen estos recuerdos fuertes, pero seguro que los tres hermanos tuvieron muchos más… Jesús llevó muchas veces Luz y paz a sus vidas, a su casa y a su pueblo. Y después de eso les dijo: “Ahora, vosotros sois la luz del mundo”. Que era como decirles: “El bien que Yo he hecho con vosotros, hacedlo vosotros con otras personas”.
2.- MARTA, NUESTRA PATRONA, ES LUZ PARA EL PUEBLO DE SANTA MARTA DE TORMES
La Luz que recibió de Jesús es lo que capacitó a Marta para dar lo mejor de sí a los demás, con dedicación y generosidad, hasta el punto de ser considerada Santa y de ser celebrada cada 29 de julio en muchos lugares de España y del mundo.
Que Marta de Betania haya llegado a ser santa y patrona de nuestro pueblo Santa Marta de Tormes y tantos otros, es un motivo de alegría para todos nosotros. Encontramos en ella un ejemplo de vida, de acogida y de servicio. En las imágenes se le suele representar no de manos cruzadas, sino sujetando los útiles de trabajo, dispuesta a la labor. Y además, se trata de útiles para el cuidado de la casa, de tal manera que nos transmite la paz y confianza que nacen de saber que alguien se preocupa nosotros, que vela por nuestra salud y bienestar, y por el espacio común que compartimos.
Es una suerte tener de patrona a Santa Marta. Porque, como todos los santos, no solo es ejemplo y estímulo para salir adelante, sino que todos los días vela e intercede por nosotros desde ese Más Allá que llamamos Cielo, en el que moran ya nuestros familiares y amigos difuntos, y a donde todos llegaremos algún día. Santa Marta, desde el Cielo, es nuestra mejor aliada en la tierra. A ella le pedimos hoy que bendiga a nuestras familias y a nuestro pueblo, y que nos siga acercando a la Luz de Jesús, para que también nosotros seamos Luz para otros.
3.- SANTAMARTINOS Y SANTAMARTINAS, VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO
Parece un poco pretencioso decir eso, pero son las palabras de Jesús aplicadas aquí y ahora: “Vosotros sois la luz del mundo”. ¿Nos lo creemos?¿Creemos que los santamartinos somos y estamos llamados a ser Luz del mundo?…
Os voy a contar una anécdota que tiene que ver con todo esto: Hace años, la primera vez que vi este nuevo templo, alguien me preguntó qué me parecía. Le respondí que estaba muy conseguida la integración entre la iglesia nueva y la vieja –como en las catedrales de Salamanca-, que el ventanal a la isla del Soto hacía que nuestro retablo fuera único, un canto a la Creación de Dios… pero que lo que no entendía mucho era la torre de la iglesia, que me recordaba más bien a una torre de bomberos. Imaginaros el apuro que pasó quien me escuchaba. Entonces me dijo algo que me sorprendió: que la idea del arquitecto fue representar un faro, simbolizando que Jesús y la iglesia son eso, una Luz en medio de este pueblo… Pues explicado así, está bien pensado, verdad?
Jesús nos dice hoy con fuerza: el mejor homenaje a nuestra patrona Santa Marta es celebrar que ella es Luz para nosotros y que nos trae la Luz de Jesús, quien es la fuente de todo bien y de la paz que solo Dios puede dar. Santa Marta nos transmite, desde Jesús, esa corriente de Luz, de acogida y hospitalidad, de servicio y alegría compartida, que hace que nos sintamos bien en nuestro municipio y hagamos de él una casa abierta para otros.
Es la corriente de vida que se ha manifestado en el crecimiento de Santa Marta de Tormes en estas últimas décadas, haciendo que pasara de ser un pequeño pueblo en torno a la carretera de Madrid a convertirse en el primer municipio más poblado de Salamanca, después de la capital. Ya sabéis que yo estuve ausente de aquí los 20 años en que fui misionero en América: a mi vuelta me asombraba y daba gracias a Dios del gran desarrollo que había experimentado Santa Marta.
Es la corriente de hospitalidad que ha acogido a miles de personas que, habiendo nacido en otro lugar, vinieron –o vinisteis- para instalar aquí vuestra casa e inaugurar una nueva historia familiar. Como párroco soy testigo de todo eso en cada funeral, donde recordáis emocionados todo lo compartido aquí con la persona que se nos fue, y en cada bautizo, primera comunión o boda en la que celebramos la vida que nace, crece y se proyecta hacia adelante.
Es la corriente de servicio y ayuda mutua que, año tras año, sostenemos entre todos –ayuntamiento, empresas, asociaciones, parroquia, vecinos…- para hacer de nuestro municipio un buen lugar para vivir y convivir. Se podrían poner mil ejemplos: Recuerdo cuando este año el ayuntamiento hacía el reconocimiento público a las mujeres emprendedoras en el Enrique de Sena… Y cuando los vecinos apoyaban al pequeño comercio en sus campañas… Y estas mismas fiestas patronales, donde niños y jóvenes, familias y mayores han disfrutado a fondo, se han relacionado “como una misma familia santamartina” y los visitantes se han sentido “como en su casa”…
Sigamos mejorando todo lo que podamos mejorar, pero sobre todo no dejemos de celebrar lo que somos y estamos llamados a ser: “Luz para el mundo de hoy”.
¡VIVA SANTA MARTA!